miércoles, 6 de octubre de 2010

...escucha un fado

A la semana siguiente de ir a Snowdonia fui a Oviedo para pasar una semana de vacaciones. Como siempre, un placer volver por casa para coger un poco de impulso con familia y amigos para luego volver a la rutina diaria de aquí.

De todas maneras, cuando volví de España, apenas me dio tiempo a deshacer la maleta y volver a prepararme para ir a Lisboa. En este caso, se trataba de un viaje de trabajo para asistir a un congreso. De todas maneras, a pesar de que me tragué todas las charlas, aún tuve algo de tiempo para salir por las tardes a dar una vuelta por el centro. Antes de empezar a poner las fotos, decir que Lisboa me gustó mucho y que merece la pena una visita de dos o tres días como mínimo. Estuve hace mucho tiempo, creo que con cinco años más o menos, con mis padres pero, como es obvio, apenas me acordaba de nada.

Esto probablemente sea un carrusel de fotos, porque no me paré a recoger demasiada información. Además, a las horas que podía yo salir a dar una vuelta, era imposible entrar en ningún sitio para conocerlo más a fondo. Comentar que por allí me moví principalmente en metro, al menos para llegar del hotel al centro. Es bastante moderno y sencillo, sobre todo si se compara con el de Londres, ya que cuenta con cuatro líneas tan solo.

Voy a comenzar con la plaza de toros de Campo Pequeno, ya que mi hotel estaba bastante cerca de allí.

Una de las cosas que más me llamaron la atención al pasear por Lisboa fue que las aceras no están embaldosadas al uso.

Como podéis ver, parecen mosaicos pero con teselas más grandes. Esto tiene un efecto bastante guapo, pero tiene algún inconveniente. Por ejemplo, las aceras están bastante onduladas y yo creo que es por este tipo de pavimento. Además, las chicas no pueden llevar tacones (o los chicos que también quieran) ya que sería imposible esquivar los agujeros que se forman entre las teselas.

La foto anterior está tomada en la zona de Baixa, que está situada entre dos colinas. Aquí las calles están distribuidas muy uniformemente, en ángulos rectos. Creo que esto es debido a la reconstrucción después del terremoto de 1755, aunque no estoy seguro. Lo que me pareció increíble fue la cantidad de veces que me ofrecieron droga. Nunca me había pasado algo así, que me ofrecieran droga a media tarde en una calle del centro de una ciudad. La primera vez me sorprendió, pero después de la quinta dejé de darle importancia.

En este mismo barrio se encuentra el elevador de Santa Justa, inaugurado en 1902, construido para salvar la diferencia de altura entre los barrios de Baixa y Chiado.

Este elevador también lo vi de día y os puedo asegurar que pierde bastante encanto. Antes se usaba como medio de transporte, sin embargo ahora es más una atracción turística que otra cosa. Este es uno de los elevadores que hay en Lisboa y el único vertical, ya que los otros son como este que está en el barrio de Chiado.

Puede parecer un tranvía, pero se considera una cosa diferente. No sé exactamente cómo funcionan estos elevadores, pero creo que es un sistema del tipo de los funiculares. A continuación os pongo uno de los tranvías.

Al final de las calles de Baixa, a orillas de la desembocadura del río Tajo, se encuentra la Praça do Comércio.

Se trata de una plaza bastante curiosa desde mi punto de vista. La plaza es rectangular con uno de los lados largos sin edificios, justo el que da hacia el Tajo (a espaldas de la foto), de manera que parece que está abierta al mar, ya que la desembocadura del Tajo es muy ancha. Supongo que por ser tan abierta todas las veces que pasé por ella, soplaba bastante el viento.

Algunos edificios interesantes que pude ver fueron los siguientes. El Castelo de Sao Jorge, que domina una de las colinas de Lisboa.

La Casa dos Bicos. Una cosa curiosa con el idioma es que Bico en portugués significa Pico, de donde viene el nombre de esta casa, debido a los picos que sobresalen de su fachada. Sin emabrgo, bico en gallego significa beso, pero beso en español informal se puede decir pico, cerrando el círculo lingüístico. Así que me pregunto si también en la casa se dan besos.

La siguiente es una foto del Convento de Santa Apolonia, con el barrio de Alfama, de origen árabe y que tiene un aire muy mediterráneo.

Y para terminar con esta serie, aquí está la Sé Catedral.

Por último, comentar que una de las actividades del congreso fue un viaje en barco por el Tajo. Esto es una de esas cosas que normalmente no hago cuando voy a algún sitio, ya que lleva mucho tiempo y, si no se dispone de él, no merece mucho la pena. Sin embargo, como nos daban la comida de ese día en él, se podía aprovechar para hacerlo. Además, de esta manera pude ver algunos de los sitios emblemáticos de Lisboa que no hubiera podido visitar en este viaje de otra manera. Este es el Ponte 25 de abril, que cruza el Tajo por uno de los puntos más estrechos de la desembocadura, con el Cristo-Rei de Almada al fondo.

Un poco más abajo está el Monumento a los Descubrimientos.

El barco dio la vuelta a la altura de la torre de Belém, así que pude verla, de lo cual tenía bastantes ganas, ya que es una de las pocas imágenes que se me quedaron grabadas de mi primer viaje a Lisboa y de las que guardo un vago recuerdo.

Después de dar la vuelta, se llegó hasta el Campo de las Naciones, donde se celebró la Expo de 1998, y el Ponte Vasco da Gama, el puente más largo de Europa con algo más de 17 kilómetros. Lamento decir que de esto no tengo fotos, ya que fue cuando estábamos comiendo y no me pude levantar a hacer alguna foto como es debido.

El viernes de esa semana, por la noche, tuvimos la cena del congreso, que se celebró en un restaurante que estaba en un complejo de casas antiguas típicas en Belém. Con lo de complejo me refiero a que las casas estaban situadas formando un patio interior entre ellas, formando una especie de comunidad entre ellas con una pequeña capilla incluida. De nuevo, lamento no tener imágenes de esto, ya que me dejé la cámara en el hotel por no ir cargando con ella. Además, al terminar la cena unos cantantes entonaron unos fados portugueses (lamento la mala calidad del vídeo).

Al día siguiente, después de dormir unas pocas horas cogí el avión de vuelta a Londres donde me encontré con unas amigas, Rosa y Cristina, que vinieron a visitar Londres, pero de esto hablaré en otra entrada.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

5 comentarios:

  1. AL CONGRESO IR, IRÍAS PERO NO SÉ CUANDO. LAS FOTOS MUY BUENAS, COMO SIEMPRE.
    BESOSSSSSSSSS PARA ÉL

    ResponderEliminar
  2. Que si pico, bico, beso, beso, pico, bico qué jaleo! ya toy perdida

    Las fotos muy chulas, pero hecho de menos una foto portuguesa imprescindible: Los abdominales de Cristiano Ronaldo!!!! Menos mal que ayer me los enseñó Arkángel en Cuatro. Ainssss.

    Besos!!

    ResponderEliminar
  3. Muy guapo Lisboa si señó!

    Te estás haciendo un trotamundos a lo tonto, jeje.

    A que mola lo del barco eh?

    Cómo no te van a ofrecer droga con esas pintas que llevas? esta juventud de hoy día!!

    Espero que lo pasarais muy bien Joan y tú.
    Un abrazo muy fuerte!!

    ResponderEliminar
  4. Así da gusto: te pagan el viaje, la comida..., a ver cuándo la D.G.A. se estira y nos organiza congresos chulos al personal. Porque sólo se apuntan a rebajar los sueldos, pensiones, etc. y si quieres culturizarte, te lo pagas tú.
    Aprovecha lo que puedas.
    Besicos faticos.

    ResponderEliminar
  5. Lo pasamos muy bien, gracias Arkángel.
    Las fotos, como siempre, no coment.

    Lo del b/pico, es interesante. Hay que estudiarlo. Además de un juego de palabras muy divertido. ¿Te aburrías tanto en alguna de las charlas que te dió para pensar todo eso?

    Estoy con mi madre. Yo también quiero un congreso así.

    Tendrías que haberte despedido así: abrazos para ellos y picos para ellas, jajaja

    ResponderEliminar