viernes, 12 de octubre de 2007

…se va de tabehodai

Después de la anterior entrada que me salió bastante ñoña, os voy a contar cómo me fui ayer de cena con los compañeros de trabajo.

Una de las cosas que me gustan de Japón es la cantidad de restaurantes diferentes que hay (no sé si esto ya lo puse en alguna otra entrada), así como tipos diferentes de menús. Ya os había hablado de las dos veces que fui de cena en plan de beber todo lo que se quiera. Pues ayer me fui en plan de comer todo lo que se quiera. Esto recibe el nombre de tabehodai, cuya idea se puede traducir como comer tanto como quieras por xxxx yenes; en el caso de beber lo que se quiera se dice nomihodai. En japonés, comer se dice taberu y beber nomu, pero no sé lo que significa exactamente hodai.

Bueno, en la práctica, cuando pides un menú tabehodai, se limita a un tipo de comida. En nuestro caso éramos cuatro y cogimos dos menús diferentes, uno era algo así como sabu-sabu y el otro sukiyaki, los dos con carne de cerdo y de buey. En ambos casos hay que cocinar uno mismo la comida en unas cacerolas. En el primer caso la cacerola contiene agua y se trata de verter verduras de todo tipo en ella y luego coger con los palillos las lonchas, muy finas, de carne y cocerlas (sabu significa cocer). Una vez cocidas, para lo que se tarda apenas unos segundos, se pasan por una salsa y se come.


En el segundo, se vierten las verduras y la carne en la cacerola, pero con poco agua y una especie de salsa, después se bate un huevo en un cuenco, que se llama sara. A continuación se va comiendo pasando la carne por el huevo batido.



De esta manera vas comiendo todo lo que quieras siempre dentro del menú que has pedido durante un tiempo prefijado, que en el restaurante al que fuimos era de dos horas. Y lo que me resultó más increíble fue el precio, 2700 yenes, que al cambio son unos 16.50 €. Ya me diréis dónde encontráis un restaurante en España por el que cenes por ese precio, y encima todo lo que quieras.

Bueno, como ya dije en otra entrada, aunque no recuerdo cuál, ya veis que, al contrario de lo que pensaba alguna gente, no estoy pasando hambre por estos lares.

Besos para ellas y abrazos para ellos.

4 comentarios:

  1. Si, tienes razón hambre, lo que se dice hambre no pasas.
    Y es cierto, ese tipo de restaurantes por aquí a lo mejor es una oportunidad como nuevo negocio. Mira a ver si hay franquicias y montamos una por aquí.

    Un beso :-)

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  2. Pasar no pasas hambre, aunque ya lo teníamos claro que tu estómago está a prueba de todo! Pilla alguna receta y luego hacemos una primada y nos sorprendes con un plato sorpresa.
    Muchos besos y no te guardes nada que lo flipamos viendo los lugares que conoces

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  3. Me reafirmo en lo del niño-bola, vas pasate del karate al sumo, a este paso.

    Duda existencial: en el segundo tipo de plato, no mencionas qué haces una vez que pasas la carne por el huevo, se fríe no? O igual no, igual lo entendí bien. Ay madre, no sé! Si es así en plan crudo... no sé... es como muy pringoso no? Con la tensión superficial que debe tener el huevo... (a que no te esperabas la frikada, eh?)

    :)

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  4. ¡Cómete el mundo primo! Y que no decaiga el ánimo, que con tus retratos tan exahustivos del viaje estamos los Astures alucinando. Y dí que sí: Guárdate algo pa luego, así nos tendrás babeando en la próxima primada ( eso si nos queda algo de baba).
    Por cierto, suscribo lo que dice María: yo compraré el Wok y tú cocinas en la fartura de primos......MUCHOS BESOS

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