sábado, 15 de septiembre de 2007

…se va de cena con sus compañeros

Ayer, viernes, me pasaron a buscar unos compañeros de laboratorio para decirme que si quería ir con ellos a cenar. Como ya sabéis, yo no me puedo negar a una invitación para comer, así que allí me fui con ellos.
Una de las cosas que más me llaman la atención estos días es la cantidad de tipos distintos de restaurantes que hay por aquí. En este caso se trataba de un restaurante en el que, tras entrar descalzos (dejando el calzado en unas taquillas de madera, con llaves hechas también de madera), nos sentamos, estilo japonés, en unas mesas que en el centro tenían encastrada una plancha. Al pedir los platos, la camarera te explicaba cómo tenías que cocinarlo, bueno, conmigo lo intentó, pero con poco éxito (la explicación, malpensados). Sí, así es, es un tipo de restaurante en el que te tienes que cocinar tú mismo tu propia comida. Y os aseguro que te lo pasas muy bien. La mayor parte de las cosas son una especie de revoltijos preparados, que hay que echar en la plancha y darles la vuelta como puedas:


Aquí me tenéis después de haber conseguido, tengo que decir que con éxito, darle la vuelta a uno de esos revoltijos. Siento no recordar ahora mismo el nombre de este tipo de comida. Espero que con el tiempo no se me escapen estos detalles, pero de momento me resulta muy difícil recordar todos los nombres.
Abrazos para ellos y besos para ellas.

4 comentarios:

  1. Bueno Alberto, tu no preocupes de darle bien o mal la vuelta a la comida. Piensa que es como hacer una tortilla de patata (algo muy español).
    Pero por lo que veo, la comida no te está suponiendo una barrera. Como podríamos decir, a buen comedor, pocas palabras bastan (jejeje...)
    Nada y de vuelta a los fogones "Arguiñano".

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  2. Ya sabíamos que la comida no iba a causarte ningún problema. jajjaja.
    A ver cuando les cocinas unos macarrones con chorizo y que lo coman con tenedor!
    Besos

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  3. Yo opto porque les prepares una fabada, aunque a saber a qué sabrá en esas latitudes, pero seguro que se quedan, cuando menos, noqueados. A lo mejor, te descubren cómo usar las 3 conchas tras la copiosa comida, jajaja.
    Tampoco dudé que el manduque no sería un problema para el primo "Lary".
    :) :) :)

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  4. Muy bien tio, no solo tienes que seguir probando las comidas del pais, sino que ademas intenta meterte a probar las mujeres tambien, que son las dos mejores cosas que tiene esto de viajar... que viva el intercambio cultural, y si no te ves con animos ya me ocupo yo de esto ultimo ;-)

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